Es bueno mirar los mapas antes de lanzarse a conducir, es bueno mirar mapas… si tienes un mapa…
Estuve en Colmar hace años y quedé fascinado por sus casas a lo Hansel y Grettel y por su Petit Venise, un conjunto de pequeños canales con puentecillos que le reconcilian a uno con el mundo… por cierto, aprendí que de Colmar es el tipo que diseñó la estatua de la libertad, no me extraña, oiga, no me extraña.
De Perigueux a Colmar hay 773 km, debí mirarlo antes de proponerlo en un ataque de inconsciencia juvenil pseudo bohemia valentía. Tuve que negociar con el coche para que me devolviese la pierna derecha al llegar , pero se me pasó todo al ver de nuevo los canales.
Me moría por tocar en uno de los puentecitos que unen los canales. Era justo lo que imaginaba cuando decidí tocar en la calle.
A la mañana siguiente cogimos los bártulos, aprendí que las ruedas de mi “kit de viaje cantautoril” no están hechas para las calles empedradas, monté todo, enchufé el micrófono para no hacer el colitas por duplicado y me planteé tocar un poco la guitarra para luego lanzarme a cantar.
Se acercó una señora y creí entender que quería que cantase algo y, el público, aunque sea callejero, siempre manda. Así que canté “Imagine” de John Lennon. Se quedó toda la canción me dijo algo ininteligible (supongo que si hablas francés no te lo parecería) y dejó caer 50 céntimos sobre el estuche. Bien empezamos.
Seguí cantando alternando una canción mía con otra en inglés. A la media hora se paró un señor alemán y, tras dejar dos Euros en el estuche, me explicó que era promotor de conciertos y que estaba organizando unos conciertos en el norte de Alemania en ¿cuevas? no lo tengo claro, puta barrera lingüistica.
-¿Vas a ir a Alemania?
-No lo sé, el destino, la gasolina y el dinero dirán.
Me dio su tarjeta y me pidió que le llamase, yo le di la “mía”… . ¿Puedes tocar una canción de Joni Mitchell?. Mierda, no sé ninguna, de hecho no he escuchado casi nada de ella. Le aseguré que incluiría una en mi repertorio de canciones de ayer hoy y siempre…
Y seguí, la gente se paraba, conversaba, aplaudía a veces, increíble. Seguí hasta que los dedos dijeron basta y mi culo me recordó que llevaba sentado más de dos horas en un taburete plegable de 5 € del carreful…
Mientras recogía se acercó una chica a preguntarme si seguiría tocando por la tarde.
-Creo que ya he tenido suficiente por hoy.
– Ya, es que vivo ahí en frente y…
– Oh perdona, no quería molestarte.- Me preparé para una charla de esas de me has asaltado en la tranquilidad de mi hogar
– Al contrario, me ha encantado.
Se me llenó el corazón, este tipo de cosas son las que lo consiguen. Suena añojo, lo sé, pero es así.
No lo hago por los 22 € con 57 céntimos que recogí del estuche, lo hago justo por esa unión momentánea, invisible y sincera que se crea cuando uno alguien actúa y alguien escucha.
Y ahora a seguir ruta, creo que hacia Alemania…
Un abrazo,
Hare