Después de una cervecita todo se ve de otra forma y yo he venido a este concurso a jugar. Así que encontré un sitio y me puse a tocar en una calle peatonal de Sitges de buen rollito, que duró 45 minutos…
Empezó muy bien con gente haciendo propuestas para que fuese a tocar a sus garitos, e incluso para contratarme para un cumpleaños en enero .
Pero apareció una señora, interrumpiendo a otra que me decía lo encantada que estaba, para decir que quería abrir las ventanas de su casa en una calle cerca y que podría molestarla. “No se preocupe señora, su planteamiento es un poco críptico pero me voy a la de ya”.
Nunca se puede agradar a todo el mundo y yo, ante todo, no quiero molestar. Así que, recogida de bártulos y ganancias y para otro lado.
Coincidía que ese día había concierto de jazz en un bar así que, buena música, buena compañía y la furgo lista de nuevo, ¿qué más se puede pedir?
Llegar a Barcelona sin ningún incidente
Un abrazo,
Hare