Una vez asumido que hay heridas que no cierran, que hay dolores tatuados.
Una vez asumido que el destino, como la marea, provee aleatoriamente y que hay que ser agradecido en el balance.
Una vez asumido, se puede uno sentar en el que ya es tu banco, a mirar al mar y recordar lo feliz que fuiste, que fuimos, aquí.
Con alegría, en paz.
Te quiero,
Hare