Estaba revisando las fotos del último viaje a Inglaterra y apareció esta. Es la placa de un banco en mitad de una colina de Winchester. Por lo visto ahí, por una módica cantidad, puedes “apadrinar” un banco. Me pareció un homenaje estupendo a dos personas que se conocieron en esa colina desde la que se observa toda la ciudad. Quise pensar que el señor y la señora Perry fueron muy felices y en mi imaginación descontrolada me los imaginé conociéndose, diciendo las típicas frases estúpidas para romper el hielo y cómo seguramente volvieron años más tarde ahí a celebrar sus aniversarios. Bien por los Perry mostrando al mundo su felicidad.
Viene bien no centrarse sólo en ver lo que no funciona en este mundo, sino también en lo maravilloso que puede ser lo cotidiano. And I think to myself….!